Por Mario Quevedo, en Cantabricus
Entrada eminentemente gráfica, basada en la charla «10 años del plan de gestión del lobo en Asturias«, impartida por Alberto Fernández Gil1 el miércoles 5 de diciembre de 2012, en el Club de Prensa Asturiana de Oviedo. La sesión charla-coloquio la organizaba la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies.
Uso aquí tres imágenes extraídas de la charla, para presentar algunos números a mi juicio especialmente llamativos. Quisiera de paso destacar una vez más el poder de los datos puestos en contexto.
La propia charla enlazada arriba aclara la procedencia de los datos utilizados: documentos públicos de gestión del lobo, propiedad de la administración asturiana. Dicho de otra forma, esos son los datos que dispone la administración para gestionar como gestiona, para afirmar lo que afirma.
La primera imagen que me llamó la atención es la cronología de los sucesivos «programas anuales de actuaciones». No la he modificado; en rojo, número de lobos destinados a reunirse antes de tiempo con sus antepasados. Al lado de esas cifras, el número de camadas planeadas para la «retirada». Así, 15; 2c indicaría 15 lobos más 2 camadas:
A continuación, sobre la diapo con el número de grupos detectados en Asturias, superpongo en rojo esas cifras de lobos a ‘controlar’ en los sucesivos programas; añado además otro eje Y, también en simbólico rojo, con la escala del número de individuos. Callan mejor cuando mueren, decía el personaje de Henry Fonda en «Hasta que llegó su hora»2. Recordad llegados a este punto que, según los gestores, la población de lobos habría aumentado mucho.
No se si será igual de fácil decir que la población de lobos ha aumentado con los números en la mano. No se si será igual de fácil justificar un plan de 66 individuos más 4 camadas. Quizá sea esa la razón por la que las apariciones en prensa de la administración asturiana o del PN Picos de Europa los evitan activamente. ¿O será que son de letras?
Tened en cuenta no obstante que esos números indican número de grupos, no el número de individuos. Esa última cifra es desconocida. ¿Cómo se pasa de una a otra entonces? Habría que saber cuantos individuos forman cada grupo (buena suerte…; de eso iba la entrada anterior).
Para terminar, podemos poner esos números sobre el mapa. Eso nos ayudará a percibir otro aspecto que puede pasar desapercibido en un relato menos visual: además de la cuota arriba referida, existe una zona de exclusión del lobo en Asturias:
Cada uno puede sacar sus propias conclusiones.
En caso de que un siempre saludable escepticismo os embargue al leer esto, recordad que debería ser posible acceder a los documentos públicos en los que se basan la charla de Alberto Fernández Gil, y esta entrada; son propiedad de la administración asturiana, pagados con dinero público. Como los espacios protegidos en los que caerán buena parte de esos lobos.
Notas:
1 – AFG impartió la charla en calidad de vocal por parte de las entidades conservacionistas en el Comité Consultivo del Plan de Gestión del Lobo del Principado de Asturias. Es biólogo, y presidente de la Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico (ASCEL).
2- He usado la cita anteriormente, pero no me pude aguantar, que pega muy bien. El bueno de Henry Fonda era el malo -malísimo- de la peli.