Por Mario Quevedo, en Cantabricus
Otro fin de semana, otro lote de desperdicios en la prensa asturiana, que no es más que la voz del Parlamento al rebotar en la ladera de enfrente. No hay divulgación en esta entrada, no hay ciencia, sólo opinión. Sólo mala leche. Google aportará numerosos resultados para cualquiera de las afirmaciones siguientes:
En Asturias hay algo más de 100.000 desempleados.
En Asturias buena parte de la población vive de pensiones de prejubilación.
En Asturias la Universidad de Oviedo tiene serios problemas de presupuesto para que alumnos y profes no se congelen (la excelencia se sirve fría, al parecer).
En Asturias más de 400 alumnos de enseñanza superior tendrán que devolver cantidades que difícilmente tienen, por endurecimientos retroactivos en condiciones de disfrute de becas.
En Asturias la Administración aprieta en los centros públicos de educación, ajustando al límite de lo legal el personal de los centros. De los lápices ni hablamos.
En Asturias Paraiso Natural la cobertura forestal ronda el 25%, en una región que por localización y geología tuvo algo así como el 90%.
En Asturias la producción ganadera no es competitiva sin subsidios.
En Asturias el problema son los lobos y los matorrales.
La noticia recoge las intervenciones de sus señorías en el Parlamento Asturiano, desde el Presidente Javier Fernández a los portavoces del resto de formaciones: Mercedes Fernández, Aurelio Martín, Juan Ramón Campo. No pongo siglas políticas, que da igual. Comprobad las intervenciones de sus señorías, encargadas de pensar y de llevarnos al lado seguro del conjunto de males enumerados arriba, y de otros muchos.
Fácil solución: caña a los lobos, caña a los matorrales, y a comprobar después las cifras del paro y de la inversión pública.
El que quiera también puede contrastar la mejora de esos servicios públicos frente a las subvenciones destinadas a actividades económicas de índole particular.
Sólo los genes y la educación recibida de, por ejemplo, mi güelu Marino – que ni por suerte ni desgracia vivió gran parte de su vida en el urbanita entorno del Llano del Medio, Gijón – me contienen de proferir insultos explícitos.
me encanta este articulo.
eres muy agudo. Yo soy de la asocicacion salvemos al lobo ibérico. La conoces? o lobo marley?
No conocía ASLI, sí Lobo Marley. En cualquier caso, no parece que falte sensibilidad en la sociedad. Lo que no funciona es que nos la respeten las administraciones.