Por Mario Quevedo, en Cantabricus
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Leo una noticia en el diario La Nueva España que describe un incremento del turismo en Picos de Europa este verano pasado, y cifra la afluencia en 1,3 millones de visitantes.
La leo pocos días después de oír a un amigo local de los Picos – creo que muy bien informado y seguro que bien intencionado – el ya habitual mensaje de que los núcleos rurales se vacían, y que no hay economía local (al menos en la parte leonesa). Mi amigo no lo usó, pero por ahí suele entrar el término «desarrollo rural». No me gusta, porque dada la gestión actual lo asocio al hormigón, el cual – una vez endurecido – no desarrolla nada. Casi preferiría oír pensar en descentralización, pero ¿que sé yo?
Y por eso pregunto, ¿dónde van los ingresos del turismo?
No puedo hacer más que preguntar, porque no tengo ni idea. Y me gustaría leer alguna vez el análisis de profesionales de la economía y la sociología sobre estos aspectos (y otros que creo relacionados, tocados aquí hace poco). Eso sí, no me refiero a expertos1 auto-declarados, sino aquellos que estudian los números y la teoría social y económica, y hablan en base a ellos. Yo no los conozco, pero seguro que los hay (me suena algún nombre, pero no lo suficiente).
Y es que 1,3 megas de visitantes un verano no me parecen pocos. Desde luego no son pocos para el nivel de bronca social que, aparentemente, sostiene la zona si uno escucha a los portavoces del sector agropecuario. ¿Es que esos visitantes no dejan ingresos? ¿O es que esos ingresos no llegan a los locales? ¿Sería necesario reconducir la economía local para que se reparta mejor? Yo no lo sé, y hasta es posible que las preguntas sean otras.
Pero alguien lo tiene que mirar. ¿No?
[1] «Experto es el que ha dejado de pensar porque ‘ya sabe'» Frank Lloyd Wright (1957)