Por Mario Quevedo, en Cantabricus
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Dice una noticia en prensa (diario la nueva España) que el Presidente de Asturias ha dicho algo así como:
el desarrollo de la biomasa, cuya utilización como recurso energético irá en aumento y cuya explotación adecuada contribuiría a la creación de empleo, la limpieza de los montes y la captación de dióxido de carbono
La falacia de la limpieza de los montes es una de mis irritaciones favoritas, y no parece fácil sacar al personal de la incompetencia que implica su uso. Me explicaba por ejemplo aquí. Pero en esta entrada me ocupo del nuevo chico guapo del barrio, la biomasa. Atendiendo a las presuntas palabras del Presidente astur, parece difícil entender por qué no estamos quemando biomasa como posesos desde hace décadas.
Por partes, empezando con contenidos propios de la asignatura de Ecología, de 3º del Grado en Biología por la Universidad de Oviedo. A estas alturas de curso, los alumnos ya serán capaces de detectar los problemas en el discurso presidencial.
1- ¿Qué es biomasa? ¿Y tú me lo preguntas?, biomasa eres tú. Si no lo fueras, no podrías leer esto. Biomasa es cualquier tejido vivo, animal o vegetal. Así que una buena razón para no quemar biomasa es que eso de que te quemen vivo debe doler. Chorradas a parte, biomasa en este contexto energético se refiere a tejidos vegetales. Sospecho no obstante que el termino incluye incorrectamente también a la necromasa: tejidos que estuvieron vivos o formaron parte de un ser vivo, y ya no. La madera muerta, por ejemplo (otro termino engañoso, por cierto).
2- ¿Cómo se forma biomasa? La biomasa vegetal se forma por fotosíntesis: las plantas captan CO2, agua, y nutrientes minerales (nitratos, fosfatos, etc), y sintetizan materia orgánica: moléculas complejas cuyo elemento central es el carbono. Sí, la formación de biomasa vegetal retira CO2 de la atmósfera, o del agua en el caso de las microalgas.
3- ¿En qué consiste quemar biomasa? Esencialmente supone oxidar – romper – esas moléculas complejas, consumiendo oxígeno y liberando CO2 a la atmósfera o al agua. A estas alturas supongo que percibes mi estupor al leer la noticia de arriba.
4- ¿Qué papel juegan esa biomasa y necromasa en los ecosistemas? Ponen a disposición de los seres vivos la energía solar aprovechable. Sin energía, no hay diversidad biológica. Concretando un poco más, en ecosistemas terrestres los nutrientes minerales que soportan la formación de tejido vegetal son limitantes; no hay muchos, y la mayoría está contenida en biomasa y necromasa. Tanto la una como la otra deben permanecer en los ecosistemas para garantizar que detritívoros y descomponedores (acuérdate de esta última palabra y función cuando cojas tu próximo Boletus) reciclen esos nutrientes y los pongan a disposición de un nuevo ciclo de producción. Retirar biomasa implica retirar fertilidad de los ecosistemas.
Hasta aquí, todo es comprobable en libros de texto de ecología disponibles en las bibliotecas (un ejemplo, disponible también en español en las biblios; otro). Para seguir, alguna consideración sobre los aspectos más puramente energéticos de la biomasa. Como no se mucho de esas cosas, me tengo que apoyar en artículos disponibles.
En principio, parece ser que sería posible quemar biomasa sin aumentar las emisiones de carbono, en plantas especializadas capaces de capturar el chorro de CO2 emitido por esa quema. Eso lo leo aquí (páginas 10 y 16 de la versión pdf). Noto sin embargo que, a diferencia de otros contenidos en el artículo enlazado, la afirmación carece de referencias. Eso no la invalida del todo, pero indica que es al menos territorio poco explorado. En cualquier caso, esa posibilidad hace referencia a una nueva tecnología, en un tipo de instalación concreta destinada a la producción masiva de energía; nada que ver con el uso generalizado de la biomasa para calentarnos los pies tú y yo. Esa posibilidad además no implica en realidad captar CO2, sino emitirlo menos que utilizando otras fuentes de energía, como los combustibles fósiles. La diferencia puede ser sutil, y ahí es donde los gurús de los discursos nos la clavan habitualmente.
Para terminar, no deja de parecerme chocante que en plena vorágine electoral cualquier partido político se decida a apostar por una energía especialmente poco eficiente desde el punto de vista de la sostenibilidad general. Un resumen, en la tabla 1 de este artículo (también de acceso libre). No deja de parecerme chocante que la apuesta no sea reducir consumos, y con ello emisiones, sino pisar el acelerador de la extracción.
En cualquier caso, Presidente, por favor, limpie chorizos y garrulos y deje el monte reciclar en paz.
PS 2015.03.18, 12:55: recomiendo leer el comentario #1 para completar perspectivas.
Además de lo que comentas, hay muchos otros matices. Uno, importante, es que para procesar «biomasa» a nivel industrial necesitas cortarla, recogerla, transportarla y procesarla, es decir, trabajos que requieren maquinaria (OMG!) movida por gasoil, así que al final estás quemando petróleo, pero esto no lo tienen en cuenta en los balances que cuenta (OMG!_2). Por esta razón sólo se puede quemar biomasa de manera eficaz y rentable en distancias muy cortas, eso hace que sólo sea viable a pequeña escala y de manera extensiva, no intensiva. Es decir, estamos hablando de estufas o bilbaínas de toda la vida. Y por último lo que estos señores esconden es, en realidad, cultivos energéticos, esto es eucaliptus o paulonios a altísima densidad (tipo matorral) por lo que ya te has cargado los ecosistemas naturales, seminaturales o poquito naturales primero. Lo único que tiene sentido es aprovechar residuos secundarios de otras actividades, por ej. de aserraderos y ese volumen es pequeñito: volvemos a las bilbainas.